Nació en Fuerteventura –entre arenas y olas
Sangre guanche en las venas –con su belleza a solas
Nadie sabe mirar como miran sus ojos
Ni hay labios en el mundo como sus labios rojos
Hechos para los besos de mas pasión cargados
Que hacen por gracia innata virtudes los pecados
Labios que las sirenas envidian en sus mares
Las estrellas de cine de poses estelares
Las mujeres de mundo , las que van por la calle
Que ninguna la llega a la gracia en su talle
De mimbre, de juncal, de planta bien plantada
Un talle a la medida de cada madrugada
Pues que decir sus pechos, dos imanes de esperma
Tan prietos a la mano y ricos en aroma
Tan para ser comidos sin respetar cuaresma
Pechos de leche y miel y vuelo de paloma
Pezones tan sutiles en su punto erizados
En plan de desafío a todos los pecados
Y el rincón del ombligo, terso y duro y caliente
Que la pluma no aguanta a escribirlo doliente
Que decir del desgonce de tan bellas caderas
Tan redondas, pulidas y puro danzaderas
Sostenidas de muslos de cálida entrepierna
Donde el tesoro oculta un matorral cumplido
Un matorral rizado, acogedor cual nido
Donde poner los huevos cuando la primavera
Nos invita al amor y a perder el sentido
y acabada la loa en honor de la bella
El juglar que La canta –como premio requiere
Un vaso de buen vino – que en sus labios bebiere
sábado, 27 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
Sonetos
AL VINO, A TODOS LOS VINOS DE LA TIERRA
Mana de la tierra, de su profunda entraña
desde el día milagroso que fue la vez primera
haciendo del otoño bacante primavera
con el hondo misterio de magia soterraña
Se inventó él solo, el vino, ni Baco ni Noé;
el solo en la madura banasta de racimos
ensuciado de polvo, de la tierra y sus limos
empezó su milagro: primigenio aguapié
y un pájaro de canto, de vuelo, de aventura
picoteando las uvas rezumantes de mosto
descubrió la alegría del otoñal magosto
y convirtió en canción los posos de amargura
desde entonces los hombres supieron del consuelo,
que mana la alegría y que apaga el dolor,
y pudo cada hombre ser pájaro cantor
y remontar al cielo, sin volar, desde el suelo
todo por fantasía y milagro del vino:
comprendiendo por eso que aquello era “divino
PRIMAVERA
Se derrite la nieve en las montañas
Y Santa Bibiana alarga el día.
Retumba en los sardones y en las brañas
la brama del venao terne y bravía
El macho de perdiz de sus entrañas
arranca el coreché con osadía,
se desvanece en cambio el avefría
y salen a la luz las musarañas
No para el ruiseñor su canto eterno
anunciando feliz la primavera
y diciéndole adiós al cruel invierno
Ya brotan margaritas en la era
y alegre y pastoril resuena el cuerno
¡ qué bien que la estación eterna fuera!
Mana de la tierra, de su profunda entraña
desde el día milagroso que fue la vez primera
haciendo del otoño bacante primavera
con el hondo misterio de magia soterraña
Se inventó él solo, el vino, ni Baco ni Noé;
el solo en la madura banasta de racimos
ensuciado de polvo, de la tierra y sus limos
empezó su milagro: primigenio aguapié
y un pájaro de canto, de vuelo, de aventura
picoteando las uvas rezumantes de mosto
descubrió la alegría del otoñal magosto
y convirtió en canción los posos de amargura
desde entonces los hombres supieron del consuelo,
que mana la alegría y que apaga el dolor,
y pudo cada hombre ser pájaro cantor
y remontar al cielo, sin volar, desde el suelo
todo por fantasía y milagro del vino:
comprendiendo por eso que aquello era “divino
PRIMAVERA
Se derrite la nieve en las montañas
Y Santa Bibiana alarga el día.
Retumba en los sardones y en las brañas
la brama del venao terne y bravía
El macho de perdiz de sus entrañas
arranca el coreché con osadía,
se desvanece en cambio el avefría
y salen a la luz las musarañas
No para el ruiseñor su canto eterno
anunciando feliz la primavera
y diciéndole adiós al cruel invierno
Ya brotan margaritas en la era
y alegre y pastoril resuena el cuerno
¡ qué bien que la estación eterna fuera!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)